jueves, 21 de junio de 2007

Un par

Escalera caracol

Hace dos dias que subo y esto parece no tener fin. A esta altura veo solo nubes. Nubes por encima mio. Nubes por debajo. Ya mis piernas no pueden mas. En un ratito se cumple la hora numero 49 y solo 3 descanse sentado en algún escalón.
Y todo porque ese hijo de puta de Agustín me dijo “... tenes sed? Ves esa escalera caracol, bueno, subi y bajate una botellita de vino...”


Sombras blancas

“Estoy en deuda con vos...” me dijo Lucia después de mirarnos por 5 minutos que parecieron 5 años.
La discusión habia sido agotadora, interminable y principalmente sin sentido. Quizas por eso o por el extraño lazo que nos unia su ultima frase fue como un martillazo. No podia creerlo, nunca hubiese creido que llegaria el momento de escuchar semejante frase de sus labios que para mi, en ella era algo tan raro como un tigre azul o una sombra blanca.
No solo me asombro sino que no imagine mejor forma de finalizar la velada. Lo unico que pude hacer después de eso fue dar media vuelta e irme.

miércoles, 20 de junio de 2007

Angelito desnutrido


Tengo que confesar que no entiendo nada, como quisiera un trago de vodka en este momento, como quisiera correr en bolas por Palermo, competir en carreras de monopatín en Parque Chas, hacer burbujas enormes y reventarlas con mi gomera y bolitas de naftalina. Quisiera galletitas de animalitos o palitos de la selva. Romper el silencio y cantar como Fito Páez a las 5 de la tarde en la biblioteca de Adrogue. Quiero volver a subir a la montaña rusa en el Italpark y untar con mayonesa a todas las fotos que existan sobre la tierra.
Quiero llorar a moco tendido, tomarme un mate y tirar tortas fritas por la ventana, o nada.
Quizás solo quiero olvidarla, olvidar ese pequeño angelito desnutrido, de ojos tristes y un metro cincuenta que espero mañana me duela un poco menos.